Silvia González de León ha trabajado con cámaras estenopeicas por casi treinta años. En este tiempo ha descubierto que la cámara sin lente le permite expresarse creativamente en el lenguaje fotográfico.

En general sus imágenes pertenecen al mundo íntimo en el que se mueve, a “lo insólito cotidiano,” diría Kati Horna, de quien fue alumna. Sólo que para expresarlo hace uso de estos sencillos aparatos, que le permiten hacer grandes acercamientos a los objetos, intervenciones en los tiempos largos de exposición y deformaciones interesantes, entre otras cosas.

De cierta manera su obra es más cercana al trabajo de los pioneros de la fotografía, aunque su visión es contemporánea. Silvia revela en el cuarto oscuro a la manera a clásica, hace hojas de contactos y realiza impresiones en formatos pequeños y medios en plata/gelatina; pero también escanea, retoca y edita en la computadora, echando mano de las nuevas tecnologías, así como  de métodos de impresión digital sofisticados para hacer copias de gran formato.